No podemos resistir la tentación de disfrazar a nuestra mascota en Halloween y que participe en la fiesta.

Para muchas de nosotras en estas celebraciones nos gusta llevar a juego el disfraz de nuestro perro o gato con el de nosotras.  Se ven muy tiernos, graciosos, simpáticos y hasta divertidos.

Son parte de nuestra familia y por eso queremos ponerles un atuendo e integrarlos en la festividad.

Nos gusta que nuestras mascotas compartan con nosotros el mayor tiempo posible y, en consecuencia, los incorporamos cada vez más a nuestras actividades y costumbres.

En la actualidad se consiguen muchos accesorios o incluso disfraces completos para ellos en Halloween.  Cada día es más habitual caracterizar de esta manera a nuestra mascota.

Pero… ¿realmente es bueno hacer esto?

Muchos especialistas opinan que nuestra mascota no se siente muy cómoda llevando estos trajes.  Opinan que ni es beneficioso ni es necesario.

Los expertos en comportamiento canino y felino advierten de que los perros y los gatos pueden estar estresados y sentirse muy molestos con una vestimenta. (En especial los gatos).  Inclusive se llegan a sentir ridículos.

¿Qué debemos tener en cuenta?

• Cuidar de los tejidos que le vamos a colocar, procurando que sean flexibles.
• Verificar que realmente esté cómodo.
• Es muy importante que la prenda le quede holgada.
• Que no tenga detalles pequeños que se pueda tragar.
• Preferiblemente adquirirlo en una tienda especializada o confeccionarlo a la medida.
• Un atuendo que no le de calor.
• Podemos disfrazarlo, pero teniendo en cuenta cómo se siente él, y compensándolo con más cariño y una ración extra de premio comestible.
• No son peluches, podrían pasar un mal rato.
• Recuerda que es nuestro compañero, nos hace sentir feliz, sin estrés y más seguras. Él tiene su personalidad.
• Es una moda no una necesidad.

Cuidemos bien de ellos, son nuestros mejores amigos.

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