La jueza Brenda Penny, le puso hoy fin a la dramática tutela que tuvo que soportar la cantante estadounidense durante 13 años y que le impedía tomar decisiones sobre su vida y su capital financiero.
Britney estuvo bajo la custodia de su padre Jamie Spears, luego de un brote psicótico que tuvo en el 2007, cuando estuvo en el centro de la polémica por las imágenes en las que rapaba su cabeza o se veía agresiva o fuera de sí.
Años de Silencio
Durante más de una década, la ‘princesita del pop’ estuvo sometida a una custodia manejada por su padre. Esta tutela que en principio era una curatela temporal, se fue convirtiendo en una supervisión permanente sobre la cantante, que le impedía manejar su dinero, decidir sobre sus relaciones personales o su cuerpo.
Tras superar la rehabilitación por el episodio mental, la cantante soportaba el control total de su padre, quien, además, se encargó de ponerla de nuevo antes los reflectores con un nuevo disco Blackout y una gira un año más tarde con el debut de Circus que incluía una gira de conciertos.
Pedido por su libertad
Hace algunos meses la cantante hizo público el trato “abusivo” del que era victima y pidió a la Corte poner fin a la tutela ejercida por su progenitor, además, denunció que era obligada a tomar medicamentos y anticonceptivos.
Seguidores de la artista crearon el movimiento #FreeBritney en redes sociales con el que pedía que la cantante fuera liberada de su tutela, movimiento que se hizo viral y que la misma Britney correspondió en sus redes sociales.
Planes para el futuro
Britney aguardaba el momento de su libertad para poder vivir plenamente su vida, varios de sus proyectos personales en un futuro cercano incluyen la boda con su novio de cinco años Sam Asghari con quien planea tener un hijo, y quien la a acompañado en el proceso de su liberación.