3 sencillos pasos para ayudar a tu bebé a dormir mejor

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Existen varios métodos para ayudar a tu bebé a dormir durante mayor cantidad de horas continuas y de forma regular.

La mayoría de los bebés interrumpen su sueño de forma habitual durante la noche, algo muy frecuente que genera una dificultad para los padres, que necesitan descansar.

Así lo explica Sofía Axelrod, autora del libro “Cómo duermen los bebés”, en el cual comparte su método del sueño, resumido en 3 sencillos pasos o trucos que ayudan a los bebés a dormir mejor:

1- Luz roja

Las bombillas de luz roja ayudan a los bebés a dormir por la noche, por el contrario, la luz del día y la de las bombillas normales impiden el sueño, y los niños pequeños son muy sensibles a su efecto.

2- La siesta

Las siestas de los bebés cambian continuamente, y tenemos que aprender a ajustarlas; hay que limitar las siestas por el día para mejorar el sueño nocturno.

3- El entrenamiento suave de sueño

Creado por la autora, basado en investigaciones, es efectivo desde los 3 meses hasta los 6 años para ayudar a los bebés, niños pequeños, preescolares o estudiantes de primaria a dormir toda la noche.

¿En qué consiste el entrenamiento suave de sueño para los bebés?

Es muy frecuente que los bebés se despierten por la noche y lloren, en lo que parece una llamada para que los padres acudan en su ayuda.

Esto sucede porque no han aprendido a calmarse por sí solos para dormir y procuran que los padres acudan para tranquilizarlos, lo que dificulta el entrenamiento del sueño.

La autora propone que este método puede empezar a implantarse cuando los niños pesan ya alrededor de 5 kilos, tres meses de edad, y cuando hayan dormido ya cinco horas seguidas al menos una vez.

Primeramente, este método propone una rutina nocturna antes de acostar al bebé, para que este sepa que es hora de ir a dormir. Darles de comer 30 minutos antes de dormir, bañarlos, vestirlos, leerles un cuento y abrazarlos.

Luego, hay que meter al bebé en la cuna y salir de la habitación. Esto debe repetirse de forma rutinaria.

Además, la autora indica que hay que establecer un periodo sin alimentación de, al menos, una hora menos que el periodo de sueño más largo que haya tenido el bebé.

Cuando el bebé empieza a llorar, los padres deben esperar unos 90 segundos antes de entrar en la habitación para calmarle. Si en ese tiempo el bebé deja de llorar, es buena señal, ya que está aprendiendo a calmarse por sí solo.

En caso de que no pare, es normal, ya que necesitan varias rondas de este entrenamiento para conseguirlo.

Tras los 90 segundos, hay que entrar en la habitación del bebé e intentar que se calme, por ejemplo, acariciándolo. Después de uno o dos minutos, hay que volver a dejar al bebé solo para que se tranquilice por sí mismo, repitiendo el proceso en caso de que siga llorando después de otros 90 segundos.

Tras varias noches con este procedimiento, el bebé irá acostumbrándose a calmarse y volver a dormirse.

Vale la pena intentarlo, así podrás recuperar horas de sueño y crear un hábito saludable para el bebé y su entorno.

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