Si te sientes cansada y tus niveles de fuerza no concuerdan con tu ritmo de vida, es el momento de incluir hábitos que te llenan de energía y mantienen tu cuerpo activo y con fuerza.
No saltarse el desayuno
Un desayuno rico en proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables te ayudará a sentirte satisfecha por más tiempo, a mantenerte llena de energía durante todo el día y evitará que se te antoje los alimentos azucarados.
Consumir comidas pequeñas con tanta frecuencia como te indique tu apetito es muy efectivo. Los estudios han demostrado que comer comidas más abundantes, especialmente en el almuerzo, puede provocar un descenso en tu nivel de energía.
Otro consejo es consumir huevos, yogurt griego y plátanos, ya que son excelentes para aumentar la energía en el desayuno. Los huevos están llenos de proteínas, que proporcionan una fuente constante de energía al no provocar picos de azúcar en la sangre e insulina.
El yogurt griego tiene tres veces la cantidad de proteínas que el yogurt regular, lo que significa que te mantendrá llena por más tiempo. Y los plátanos son una gran fuente de carbohidratos, potasio y B6 de alta calidad, potenciadores de energía naturales.
Beber agua todo el día
Si bebes muy poca agua, te sentirás lenta y sedienta. Se ha comprobado que el consumo de agua es fundamental para el funcionamiento del cuerpo humano y su ausencia puede hacer que te sientas cansada y hambrienta.
Bebe cafeína con moderación
Si consumes demasiada cafeína, puedes volverte inmune a sus efectos estimulantes, intenta cambiar el café de la mañana por una taza de té verde de vez en cuando.
El té verde libera cafeína de manera más constante a lo largo del día, lo que te deja menos nervioso y evita una dependencia por la falta de café.
Consume alimentos con un índice glucémico bajo
Los alimentos de bajo índice glucémico no equivalen a un aumento súper rápido del azúcar en la sangre, lo que se traduce en no perder energía repentinamente.
Consume alimentos con alto contenido de fibra de bajo índice glucémico, como cereales integrales y verduras como brócoli, coliflor y zanahorias, además de frutos secos y aceites saludables para el corazón. El arroz integral y otros carbohidratos complejos como la quinoa y la avena son una gran fuente de energía.
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