El yoga facial te ayuda a tonificar los músculos del rostro, combatir las arrugas, mejorar la circulación y eliminar toxinas, Conoce todos sus beneficios.
Se trata de en una serie de ejercicios para tonificar los músculos de la cara, ayudando a prevenir las consecuencias del envejecimiento. Se trata de darte masajes y estiramientos orientados a los músculos que intervienen en las expresiones y movimientos del rostro.
Beneficios de practicar yoga facial
Con el paso del tiempo, los músculos faciales pierden flexibilidad debido a la disminución del colágeno. Esto ocasiona que la piel se vuelva flácida y aparezcan arrugas. Existen maneras de prevenirlo o contrarrestarlo y una de ellas es el ejercicio. Así como sucede con el resto del cuerpo, si no se ejercitan los músculos de la cara pierden tono.
- Estimula la circulación facial
La mayor parte de las bondades que hemos mencionado se deben a algo básico, el yoga facial mejora la circulación de la sangre por el rostro, por lo tanto, se oxigenan mejor los tejidos, así como también mejora la eliminación de toxinas
- Fortalece los músculos
Los músculos firmes están asociados con una piel tensa y de apariencia elástica. Con el yoga facial trabajas los músculos del rostro para que tu piel se mantenga en su sitio. Sin flacidez, sin hundimientos y sin grasa. Realizando a diario una rutina de ejercicios de yoga facial activarás los músculos del rostro. Esto mantiene el tono muscular y la firmeza, así como mejora la apariencia de la piel.
- Hidratación
La falta de hidratación incide en el deterioro de la flexibilidad. Pero el yoga puede ayudarte a que los hidratantes se absorban con más eficiencia, con todos los beneficios que esto conlleva.
- Aporta flexibilidad
Si tu piel está flácida se predispone a la aparición de arrugas. Por el contrario, mientras más flexible sea la piel, más tersa lucirá, retardando en aparecer o notarse las huellas del envejecimiento.
Con la práctica del yoga facial mantienes la flexibilidad de la piel, no se atenúan las arrugas, y además se reducen. Y es que esta práctica te ayuda a liberar el estrés que se acumula y se evidencia en el rostro.
Te mostramos algunos ejercicios de yoga facial
Los ejercicios de yoga facial están concentrados en el trabajo en zonas puntuales para reafirmar la piel y la musculatura del rostro y el cuello. Es recomendable que realices esta rutina frente a un espejo.
Disminuye líneas de expresión
Ya sea en las mejillas, sobre el mentón o en las comisuras de los labios, otras líneas de expresión en el rostro también pueden corregirse, atenuarse o prevenirse con un poco de yoga facial.
Realiza el siguiente ejercicio: con el labio inferior hacia dentro, cubriendo los dientes de abajo, pon la boca como si dibujaras una O. Ahora trata de sonreír. Repite esto varias veces.
Óvalo facial
El óvalo facial abarca la zona del mentón, incluso lo que llamamos barbilla y que algunas veces se convierte en papada. Para ejercitar el óvalo facial se debe trabajar sobre todo esa parte de la mandíbula donde sentimos la presión al morder.
Pellizca suavemente la piel debajo de la barbilla usando los dedos pulgar, índice y medio. Esto se hace con ambas manos, presionando primero un poco y luego hacia afuera. Repite tres veces.
Otro ejercicio para esta zona se hace con los pulgares, presionando y deslizándolos a lo largo de la mandíbula, desde las orejas hasta la barbilla. Repite tres veces también. Son ejercicios que te ayudan a liberar la tensión producida por el estrés y el cansancio.
Tonifica tus pómulos
Cuando la piel de los pómulos se torna flácida se tienden a marcar esas líneas conocidas como arrugas. Para dar firmeza a los pómulos el ejercicio consiste en hinflar las mejillas con aire, golpear varias veces con la yema de los dedos y luego dejar salir el aire suavemente, contando hasta diez.
Fortalecimiento del cuello
Párate firme, mirando al frente. Gira la cabeza hacia la derecha, ni muy rápido ni muy lento. Una vez que la barbilla está alineada con el hombro, inclina la cabeza un poco hacia atrás y mantén la postura por diez segundos. Vuelve a la posición inicial y ahora el movimiento debe ser hacia la izquierda. Haz esto cuatro veces para cada lado.
Otro ejercicio que puedes hacer para la mandíbula, pero que contribuye con la tonificación del cuello, es el siguiente. Mirando de frente, colocas las yemas de los dedos en la parte superior del cuello o, lo que es lo mismo decir, debajo de las orejas. Mientras deslizas los dedos hacia abajo inclinas la cabeza hacia atrás.
Contorno de ojos
Alrededor de la órbita ocular es una de las zonas del rostro donde más se notan las arrugas, sobre todo las llamadas patas de gallo.
Uno de estos ejercicios consiste en ejercer presión sobre el contorno del globo ocular, haciendo unos lentes con los dedos índice y pulgar de cada mano. Se trata de tensar la piel al tiempo que se parpadea unas diez veces. Luego, se relaja la presión y se repite tres veces más.
Un ejercicio más focalizado en las patas de gallo consiste en poner la yema de los dedos (índice y medio) sobre las sienes, desplazándolos hacia las orejas al tiempo que se abre mucho la boca.
Ejercicios de relajación
Para terminar tu rutina diaria de yoga facial realiza un masaje de relajación. Usa las yemas de los dedos para masajear el rostro, haciendo presión suave y realizando círculos desde la mandíbula inferior hasta la nuca.
Luego golpea suavemente el rostro con las yemas y los dedos. Frota las palmas y, cuando estén calientes, colócalas sobre los ojos cerrados haciendo ligera presión. Todo esto debe ir acompañado de inspiraciones profundas.
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