Entérate por qué nunca deberías matar una araña

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Aunque las arañas son criaturas extrañas que probablemente no sean tus favoritas, matarlas podría ser más perjudicial que beneficioso. Aquí te contamos ¿Por qué nunca deberías matar una araña?

Además de tener ocho largas patas y tejer telarañas sin parar. La mayoría de las personas tienen miedo a las arañas por una razón específica: su mordedura.

Si no estás seguro de qué especie de araña es, siempre hay una posibilidad de que sea venenosa. Aunque se ha comprobado que sólo cerca del 10% de las mordeduras de araña llevan a lesiones que incluyen veneno.

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Estos tipos de mordedura no vienen de las arañas que crean un hogar dentro de tu hogar. De hecho, es realmente difícil que una araña así te muerda. Pero, ¿por qué estamos tan obsesionados con matar arañas?

Si algo hacen, es ayudar en nuestros hogares en lugar de dañarlos. Ya que las arañas son depredadores naturales, capturan insectos dentro de tu hogar.

Estos insectos no son simplemente moscas, que es lo primero que viene a nuestra mente. Las arañas incluso se alimentan de insectos que llevan enfermedades. Van por animales de interior como cucarachas, mosquitos, tijerillas e incluso polillas de ropa. Mientras más mantengas a las arañas cerca, menos mosquitos tendrás flotando alrededor de tu hogar.

Las especies de arañas típicas del hogar incluyen: arañas del sótano (pholcidae), terídidos (parasteatoda tepidariorum) y araña violinista (loxosceles reclusa). Son el tipo de arañas que crearán telarañas para atrapar a sus presas, de allí proviene su fuente de alimento.

Así que si ves una araña en su telaraña, inclínate por dejarla tranquila. Ellas instalan el campamento en función de dónde están los insectos, ¡así que se desharán de esos insectos por ti!

Obviamente, no es placentero dejar que las arañas anden solas por tu casa. Si no puedes soportar tener una araña en casa, no la mates. En vez de eso, captúrala con un vaso y suéltala fuera. Ella por su naturaleza encontrará otro lugar a donde ir y continuará alimentándose de los insectos porque así funciona el equilibrio del medio ambiente.

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