La felicidad es un estado mental que se presenta en cada persona de distintas maneras. Por más complicado que parezca, este estado está relacionado con la forma en que tomas decisiones y creas hábitos. El mas notorio es que las personas felices no pierden su tiempo dañando a otras, hablando mal de ellas, ni metiéndose en problemas ajenos.
Según los especialistas en psicología de la Universidad de California, el contexto socioeconómico y la genética solo determinan el 50% de la felicidad de una persona. Esto implicaría que las circunstancias de la vida tienen menor impacto en tu felicidad, no por una cuestión mágica o espiritual, sino porque hay muchas cosas que están en tu control.
Cuando eres feliz, te sientes bien con lo que tienes y lo que eres.
Valoras cada parte de ti, de tus capacidades, talentos y las bendiciones que la vida te entregó; en palabras sencillas, practican lo que en algunas religiones llaman “la gratitud”.
Según algunos expertos en el tema de la felicidad “el amor propio no es egoísta, es revolucionario” … ¡y qué cierta es esta frase! Las personas felices se centran en sí mismas, porque saben lo que quieren, lo que les hace bien y trazan el camino para alcanzarlo.
De ahí que uno de los grandes secretos de la felicidad, sea abandonar la crítica y esa necesidad tóxica de estar pendientes de la vida de los demás; dejar de creer que somos superiores y que ello nos da “autoridad” para convertirnos en jueces de otros, incluyendo a nuestros seres queridos.
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Ser una persona agradecida, ayuda a aumentar tu autoestima, a sobrellevar el trauma y el estrés, disuelve las emociones negativas y te quita un enorme peso de la espalda en el momento en que te das cuenta de todo lo que has logrado en la vida y agradeces por ello, además de las personas que te han ayudado, por las enseñanzas, y hasta las que te han hecho un poco más difícil el camino pues eso te forja como persona y eleva tu nivel de autoexigencia.
Las personas felices no tienen tiempo para criticar ni hacer daño a otros porque están ocupados centrándose en lo positivo y en perseguir sus propios sueños; saben que el presente es lo más importante, por ello, no posponen su felicidad a un “seré feliz cuando tenga una casa propia” o “seré feliz cuando consiga ese ascenso”.
Eligen estar rodeados de las personas que aman y desean su bienestar; porque al final, la infelicidad se contagia, y la felicidad también.
En resumen, la mitad de lo feliz que puedes sentirte está fuera de tu control. Pero eso también significa que el otro 50 por ciento depende de ti: relaciones, salud, carrera, entre otros. Así que si siempre estás triste, todavía puedes hacer algunas cosas para ser mucho más feliz, te compartimos 7 hábitos de las personas felices, para que puedas empezar a practicarlos:
- Haz buenos amigos.
- Expresa tu agradecimiento.
- Persigue tus metas.
- Dedícate a algo en lo que seas bueno.
- Da algo de regreso.
- No persigas las cosas con un solo propósito.
- Más que nada, vive la vida que quieres.
Y tú, ¿ya decidiste cambiar tus hábitos y manera de ver la vida?
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